Presentación del libro “El bisturí Óptico”
Antes que nada quiero agradecer la presencia de Diana Bastidas, Luisa Barrios, Alberto Blanco y Gonzalo Vélez esta tarde, así como a todos ustedes por estar aquí celebrando conmigo la aparición de este libro “Bisturí óptico” que contiene los textos de Salvador Elizondo y Alberto Blanco. Me encuentro a su vez muy agradecida con Publicaciones de CONACULTA con Laura Emilia Pacheco y todo su eficiente equipo por haber publicado este libro, agradezco también a Diana Bastidas por toda su entusiasta ayuda en este proyecto.
Este libro aparece en un momento muy importante para mi a veintitrés años de mi primera exposición individual, me siento muy satisfecha de poder ver recopiladas en este volumen obras creadas a través de los años acompañada de estos textos de escritores de la talla de Salvador Elizondo y Alberto Blanco.
Tengo el privilegio de que mi obra ha sido reseñada por importantes escritores, críticos y curadores como los que nos acompañan esta tarde Gonzalo Vélez y Luisa Barrios.
Cuando pinto, siento una gran necesidad de ir al interior de mí misma, de salirme de lo mundano hacia el mundo interno, para encontrar las profundidades de la identidad. Los huesos simbolizan la necesidad interna de llegar a la esencia y no dejarme distraer con la apariencia. Voy más allá de lo aparente para llegar a la esencia, al cuerpo, a mi cuerpo, al cuerpo de todos.
Mis obras expresan un camino que atraviesa por el sufrimiento, la fragmentación, el retorno a la naturaleza, el volverse a conectar con los orígenes, con las raíces y la subsiguiente transformación de una identidad, una re-integración al mundo.
En mi obra, utilizo expresiones de la naturaleza, raíces, árboles, hojas, ramas, como un paralelismo metafórico al proceso psíquico de transformación.
Queden estas imágenes como huellas de estos procesos, esperando todos ustedes puedan reconocerse en ellos.
Cito a Alberto Blanco en su libro “El llamado y el don” Pág. 179
“La poesía (o el arte en general) tiene como objeto inspirar. Así, pues, la inspiración viene a ser, más que el punto de partida de una obra y un autor, el puerto al que se aspira a llegar en otro ser humano. Un verdadero poeta no es aquel que esta inspirado, sino aquel que logra inspirar al lector. No basta con estar inspirado, hay que inspirar. Así como para un pintor no basta con ser capaz de ver, hay que dar a ver.”
Si logro esto, el circulo se habrá completado.
SANDRA PANI
México D.F., Agosto de 2012.