CUERPO RECUPERADO
OBRA
ENTREVISTAMUSEO UNIVERSITARIO DEL CHOPO
¿Dibujas partes específicas del cuerpo humano, qué representa cada una, adicionas algún tipo de vestimenta?
Esta exposición que se presenta en la estación del metro Bellas Artes es un fragmento de una exposición mas grande que se presentó en el Museo Gene Byron en Guanajuato en el 2006. El titulo de la exposición es “Cuerpo recuperado” y este revela mucho de la intención detrás de la elaboración de esta obra. Es una especie de catálogo de partes del cuerpo. Hay una necesidad de disectar o aislar las partes del cuerpo para transformarlas. El fragmentarlas me permite profundizar mi exploración de cada fragmento.
Además de la intención de adueñarme de la experiencia de la corporalidad, está también la necesidad de transformarla; aparece todo el tiempo un dialogo entre el cuerpo humano y el mundo vegetal. Distintas partes del cuerpo se transforman en plantas, simbolizando de cierta manera la comunión con la naturaleza y el regreso al origen.
Hay ciertas partes del cuerpo con las que he trabajado desde mis inicios y digamos que en mi lenguaje pictórico tienen una simbología personal. Por ejemplo la columna vertebral, los pulmones, la mano y el cuello son algunas de las partes que más frecuentemente aparecen en mi obra, cada una carga una simbología personal pero también obedecen a símbolos arquetípicos. Todos mis cuerpos están siempre desnudos, trato de evitar la narración, trato de ubicarlos en un estado atemporal, y no reconocible. Se encuentran inmersos en un estado de introspección.
Esta exposición que se presenta en la estación del metro Bellas Artes es un fragmento de una exposición mas grande que se presentó en el Museo Gene Byron en Guanajuato en el 2006. El titulo de la exposición es “Cuerpo recuperado” y este revela mucho de la intención detrás de la elaboración de esta obra. Es una especie de catálogo de partes del cuerpo. Hay una necesidad de disectar o aislar las partes del cuerpo para transformarlas. El fragmentarlas me permite profundizar mi exploración de cada fragmento.
Además de la intención de adueñarme de la experiencia de la corporalidad, está también la necesidad de transformarla; aparece todo el tiempo un dialogo entre el cuerpo humano y el mundo vegetal. Distintas partes del cuerpo se transforman en plantas, simbolizando de cierta manera la comunión con la naturaleza y el regreso al origen.
Hay ciertas partes del cuerpo con las que he trabajado desde mis inicios y digamos que en mi lenguaje pictórico tienen una simbología personal. Por ejemplo la columna vertebral, los pulmones, la mano y el cuello son algunas de las partes que más frecuentemente aparecen en mi obra, cada una carga una simbología personal pero también obedecen a símbolos arquetípicos. Todos mis cuerpos están siempre desnudos, trato de evitar la narración, trato de ubicarlos en un estado atemporal, y no reconocible. Se encuentran inmersos en un estado de introspección.
¿Te interesa trabajar únicamente el cuerpo femenino, por qué dejar a un lado el masculino?
Muchas veces las figuras con las que trabajo carecen de género y son simplemente personas, trabajando con la anatomía y los huesos el género es secundario. Pero en otros momentos trabajo específicamente con el género. Por un lado, mi cuerpo es mi centro, desde el que trabajo, por lo que la exploración de la experiencia de habitar un cuerpo femenino es evidente en mi obra. También me interesa mucho la banalización que se ha hecho del cuerpo femenino, he dedicado exposiciones completas con la intención de regresarle los órganos al cuerpo femenino, tan banalizado por el mundo de la publicidad. En algunas ocasiones he trabajado con el cuerpo masculino también, como en la última exposición que tuve en Estación Indianilla en donde había varios dibujos que tocaban el tema de la dualidad entre femenino y masculino.
Muchas veces las figuras con las que trabajo carecen de género y son simplemente personas, trabajando con la anatomía y los huesos el género es secundario. Pero en otros momentos trabajo específicamente con el género. Por un lado, mi cuerpo es mi centro, desde el que trabajo, por lo que la exploración de la experiencia de habitar un cuerpo femenino es evidente en mi obra. También me interesa mucho la banalización que se ha hecho del cuerpo femenino, he dedicado exposiciones completas con la intención de regresarle los órganos al cuerpo femenino, tan banalizado por el mundo de la publicidad. En algunas ocasiones he trabajado con el cuerpo masculino también, como en la última exposición que tuve en Estación Indianilla en donde había varios dibujos que tocaban el tema de la dualidad entre femenino y masculino.
¿Por qué tu interés por trabajar el cuerpo humano, y en tu opinión cuál es la principal virtud o defecto que contiene?
Llevo muchos años trabajando con el cuerpo humano como eje de mi trabajo. Es en ese espacio íntimo de mi propia corporalidad en donde puedo tocar muchos temas que me interesan, es como partir desde el centro. A partir de tu cuerpo es que entablas contacto con lo que te rodea. Estoy continuamente explorando esa relación primigenia que es la que entablamos con nosotros mismos. Y desde ese centro se tocan todas las experiencias de la vida.
Es desde un lugar muy profundo de donde nace mi necesidad de trabajar con el cuerpo, después lo racionalizo, lo trato de entender, lo profundizo, pero más bien, tiene que ver con una búsqueda constante, con una duda, con una necesidad de encontrar la esencia de nosotros, que en el fondo creo que es la esencia de todo.
Llevo muchos años trabajando con el cuerpo humano como eje de mi trabajo. Es en ese espacio íntimo de mi propia corporalidad en donde puedo tocar muchos temas que me interesan, es como partir desde el centro. A partir de tu cuerpo es que entablas contacto con lo que te rodea. Estoy continuamente explorando esa relación primigenia que es la que entablamos con nosotros mismos. Y desde ese centro se tocan todas las experiencias de la vida.
Es desde un lugar muy profundo de donde nace mi necesidad de trabajar con el cuerpo, después lo racionalizo, lo trato de entender, lo profundizo, pero más bien, tiene que ver con una búsqueda constante, con una duda, con una necesidad de encontrar la esencia de nosotros, que en el fondo creo que es la esencia de todo.
¿Cuáles son los temas, las situaciones o anécdotas que abordas en las figuras que plasmas en el papel, dolor, placer, erotismo, muerte, vida etc ?
Temas no hay, situaciones tampoco y menos anécdotas. Quiero alejarme de la narración para ser capaz de crear imágenes capaces de transmitir sensaciones, que hagan al espectador confrontarse con su propia corporalidad, con ese increíble misterio que es habitar un cuerpo. En mis imágenes está depositada toda mi experiencia, un amplísimo espectro que va desde la experiencia de la fragmentación, hasta el gozo. Esta experiencia pasa a través de mí muchas veces inconcientemente, sin ningún filtro o censura. Estas imágenes, a decir del poeta Alberto Blanco, se vuelven psicografías de mi persona.
Temas no hay, situaciones tampoco y menos anécdotas. Quiero alejarme de la narración para ser capaz de crear imágenes capaces de transmitir sensaciones, que hagan al espectador confrontarse con su propia corporalidad, con ese increíble misterio que es habitar un cuerpo. En mis imágenes está depositada toda mi experiencia, un amplísimo espectro que va desde la experiencia de la fragmentación, hasta el gozo. Esta experiencia pasa a través de mí muchas veces inconcientemente, sin ningún filtro o censura. Estas imágenes, a decir del poeta Alberto Blanco, se vuelven psicografías de mi persona.
¿En el texto que enviaste mencionas que más importante que la forma encarnada es la esencia divina de la figura, te refieres a la espiritualidad, de ser así cómo la explicarías?
Explicar la esencia con palabras, creo que sería algo demasiado soberbio de mi parte, por eso trato de dibujarla.
Explicar la esencia con palabras, creo que sería algo demasiado soberbio de mi parte, por eso trato de dibujarla.