CUERPO VEGETAL
TEXTOCUERPO VEGETAL
EXPOSICIÓN CUERPO VEGETAL
De la misma forma en que Octavio Paz realiza la analogía del cuerpo de la mujer en su poema refiriéndose al sauce de cristal, Sandra Pani invoca su propio cuerpo a partir de la existencia del árbol como entidad arraigada a la tierra que aspira en el sentido de anhelo pero también en el fisiológico a poseer el aire que alimenta los pulmones y oxigena la inteligencia. Para muchos el agua lo es todo para Pani el aire es el conducto que transporta la vida y que hace emerger de los confines de sus entrañas a la conciencia de la realidad.
El aire es territorio de lo divino, su casa es el cielo y en él se albergan todos los seres sensibles y mágicos. Los creados por la artista son la metáfora de sí misma buscando su morada dentro de un mundo más noble, y donde el origen es la tierra a la que se aferra fatalmente, pero su límite es el universo.
Su obra se inscribe de Non Fiction, considerando que expresa un tema deliberado; como un hecho en si. En su caso, esta representación puede ser exacta o no; es decir, puede dar cuenta verdadera o falsa del tema en cuestión.
Sin embargo, se asume generalmente dentro de la veracidad en su composición.
La obra pictórica d Sandra Pani está concebida con una temática sesgada hacia una visión de género y su técnica es ejecutada con la misma sutileza que su leit motif.
La presencia del árbol no es más importante que la representación del aire que se percibe a través de veladuras expresas que dejan traslucir las entrañas dibujadas dentro de la calca en ocasiones intangible y otras no de su propio contorno, plasmado linealmente a manera de Action painting. El esfumado de sus dibujos en gráfito, en cierta forma también evoca esta preocupación en torno al acto de respirar.
De la volatilidad de sus trazos ágiles, rápidos y desdibujado emergen los cuerpos desvanecidos y taciturnos que proporcionalmente también aluden a la búsqueda de lo inalcanzable.
La aparente parquedad cromática de Pani deambula entre el blanco y negro que dota a la obra de una propiedad dibujística dominante y rigurosa, sin embargo, incluye una extensísima variedad de la gama de los mismos colores, además de discretos ocres, lo corporal y lo visceral, no obstante su "des-dibujo" que se transmuta visualmente en textura, le da a su obra esa calidad de etéreo.
La obra de Pani es una propuesta que reubica a la pictoricidad en el lugar que nunca perdió, pero que muchos la eluden por internarse en la selva del main stream, y otros desdeñan simplemente por desconocerla.
POR LUISA BARRIOS
De la misma forma en que Octavio Paz realiza la analogía del cuerpo de la mujer en su poema refiriéndose al sauce de cristal, Sandra Pani invoca su propio cuerpo a partir de la existencia del árbol como entidad arraigada a la tierra que aspira en el sentido de anhelo pero también en el fisiológico a poseer el aire que alimenta los pulmones y oxigena la inteligencia. Para muchos el agua lo es todo para Pani el aire es el conducto que transporta la vida y que hace emerger de los confines de sus entrañas a la conciencia de la realidad.
El aire es territorio de lo divino, su casa es el cielo y en él se albergan todos los seres sensibles y mágicos. Los creados por la artista son la metáfora de sí misma buscando su morada dentro de un mundo más noble, y donde el origen es la tierra a la que se aferra fatalmente, pero su límite es el universo.
Su obra se inscribe de Non Fiction, considerando que expresa un tema deliberado; como un hecho en si. En su caso, esta representación puede ser exacta o no; es decir, puede dar cuenta verdadera o falsa del tema en cuestión.
Sin embargo, se asume generalmente dentro de la veracidad en su composición.
La obra pictórica d Sandra Pani está concebida con una temática sesgada hacia una visión de género y su técnica es ejecutada con la misma sutileza que su leit motif.
La presencia del árbol no es más importante que la representación del aire que se percibe a través de veladuras expresas que dejan traslucir las entrañas dibujadas dentro de la calca en ocasiones intangible y otras no de su propio contorno, plasmado linealmente a manera de Action painting. El esfumado de sus dibujos en gráfito, en cierta forma también evoca esta preocupación en torno al acto de respirar.
De la volatilidad de sus trazos ágiles, rápidos y desdibujado emergen los cuerpos desvanecidos y taciturnos que proporcionalmente también aluden a la búsqueda de lo inalcanzable.
La aparente parquedad cromática de Pani deambula entre el blanco y negro que dota a la obra de una propiedad dibujística dominante y rigurosa, sin embargo, incluye una extensísima variedad de la gama de los mismos colores, además de discretos ocres, lo corporal y lo visceral, no obstante su "des-dibujo" que se transmuta visualmente en textura, le da a su obra esa calidad de etéreo.
La obra de Pani es una propuesta que reubica a la pictoricidad en el lugar que nunca perdió, pero que muchos la eluden por internarse en la selva del main stream, y otros desdeñan simplemente por desconocerla.
POR LUISA BARRIOS